jueves, 10 de abril de 2014

Comentarios 30 - para La Ultima Rebelión - Quizá es el viaje


Aquella noche salí como cada otra, todo se veía amarillo y la gran luz lechosa marcaba los posibles caminos. Había olvidado cual seguir, cual era el correcto.
Me quedé pensando.
Saqué mi guitarra y apoyado en un roble, contemple su rostro blanco y le cante rasgando las cuerdas oxidadas, suplicándole a unos oídos que ajustician a los que no escuchan.
Había perdido algo y no saber qué era daba forma a mi castigo.
Busqué en mi interior desesperado el aspecto de quién fui, y asombrado por el caos de una memoria abarrotada de cosas innecesarias, lancé el instrumento lejos, lo suficiente como para no oír donde caía, con la esperanza de perder algo de mi que me importaba y romperme un poco mas, quizá irremediablemente, hasta destruirme y desterrar para siempre el dolor.
A los pocos segundos mi cuerpo se impulsó llevado por una fuerza que no consideré mía y que me sorprendió sonriendo, pronto sentí mis músculos excitados quemando fuego químico. Vi mis manos apartando matojos somnolientos buscando la guitarra y escuchándome gritar su nombre que se me antojo extraño.
¡ Incansable!
¡ Incansable!
El recuerdo encendió un faro antañoso que comenzó a parpadear insistente mientras buscaba sin hallar nada. Hasta que exhausto apoye las manos en el suelo y levante la cabeza para pedir una vez mas al rostro perlado.
Silencio.
La miré hasta que me vi reflejado en ella. No se cuanto tiempo, estuve así paralizado y luego todo cambio, note como se me escapaba el yo entre quejidos.
Yermo por dentro y con el alma muda, el aire arrugo mi nariz.
El aire hablaba.
Me susurraba un nombre.
Entonces miré al suelo, ya no tenía manos. Con los amarillos encendidos pude ver el camino.
El camino rojo.
No necesité pensar., 
Corrí hasta que me ardió la carne
Corrí hasta que pude masticar el tibio cuerpo de quién me dejó sordo.
Una vez saciado, pude cantar de nuevo y esta vez, escuché en la bóveda los ecos hermanos dándome la bienvenida.

Saludos de JU

 enlace - Quizá es el viaje

4 comentarios:

  1. Como siempre fantástico. Gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un honor señor, gracias a ti por los retazos existenciales.
      JU

      Eliminar
  2. ya desistía de más y mayores quejíos cuando, sin previa sospecha, noté que el aire me hablaba, por no pesar
    y que, aun sin manos, algo por entre medias susurraba un nombre.
    ¿el mío acaso?
    ficción ficción y encantamiento, JohnsonUlises!!!
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...entonces introduje los elementos de mi carne y alma, y algunos huesos en el atanol sin importarme el resultado, sabiendo que me estaba creando a mi mismo.
      Muchas gracias PMPilar. Un saludo.
      JU

      Eliminar