sábado, 28 de septiembre de 2013

Comentarios 16 - para Rufino U. Sánchez - Un cuento en tu oido - El lobo



Chupalongas salio de casa dejando la cuerda en el perchero, ya no le hacia falta, de camino a destino estuvo contando arboles, no todos desconocidos, al sauce siempre le tocaba, cuando le saludaba con unas palabras murmurantes, dejando una huella de agradecimiento. Unos metros delante suyo encontró a muchos adultos reunidos, hablaban como gorriones. Uno con traje oscuro les observaba callado. 
Cuando se fueron, el traje recogió cuidadosamente las volutas de aire apalabradas que suspendidas aguardaban una conclusión practica. Al termino se marcho. Chupalongas, trastornado, se fue para volver a la mañana siguiente, en la que se repitió la escena, y así sucesivamente durante todo un año. El ultimo día regreso a casa donde el abuelo cuidaba del nieto como siempre, cada uno en una zona del salón, el uno mirando la televisión ausente, el otro ausente coloreando adultos ausentes. Chupalongas se acerco decidido al anciano y le mordió en la pantorrilla con fuerza, entonces le contó lo que había visto. El abuelo se levanto y fue a la estantería de la biblioteca. En ese momento un lobo de traje gris cayo fulminado.

Saludos Rufino, tu frase me ha inspirado.

Un abrazo.


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