viernes, 9 de agosto de 2013

hammond, eres idiota - ZUMO DE NARANJA

  Cuando te tuve en mi adolescencia supe que fue para siempre, sabias mejor que la vida misma, entonces te fuiste, y comer se me antojo un deber vacío, necesario.

  La existencia se transformo en mera supervivencia, conseguir alimento en un yugo insufrible peor que alimentarse en si. El tiempo me detuvo la psique mientras horadaba mi carne. Deje de buscarte en los espejos, por si aparecías al fondo del reflejo cruzando el pasillo en busca de zumo al frigo, siempre bebías a morro y nunca cerrabas la puerta, tu sola creaste tu propio agujero sin ozono, porque decías que solo el sol tenia derecho a violarte a la salida de casa, a mi solo me dejabas mirarte mientras te masturbabas después de bañarte, con una toalla enorme en la cabeza, una mano regada de helado de nata cremoso que bailoteaba en tu boca con cada gemido, y la otra, experta en tu coño, que bien hubiese podido tocar a Bach sin comerse una nota.

  Todos estos años mi cuerpo ha estado aquí, anclado por si volvías, y mi mente, congelada, dejo mi alma roto en el rellano, guardián de la ultima imagen que dejaste, un culo que dios me reconoció cuando le pedí que me acogiese en su seno, que era la mas alta creación sobre la faz de la tierra en todos los tiempos. Por supuesto no me acogió, dijo que no me había dado la vida para nada, que volviese cuando fuese un hombre.

  ¿Que vida?, si me nutria de tu rastro, de los restos que eran prueba de tu presencia, bebiendo el vaho que dejabas en la ducha, lamiendo el sudor que dibujaba tu silueta en el sofá en busca de sales minerales, comiendo el calcio de tus uñas perdidas en la moqueta, esnifando tu aroma en las sabanas hasta dejarlas como recién salidas de la lavadora, sedando mi mente con los ecos de tu risa.

  Y ahora estas en la puerta y dices hola y entras, atravesando mi cuerpo que ha vuelto con mi espíritu, y como hace mucho que no lo manejo, parezco un enano, anadeando detrás tuyo hasta la cocina.
 -chico- me dices.
 -¿por que cierras la puerta?
  Y le das un trago al zumo que habría ahogado a una boa y sonríes, el cartón cae vacío, le sigo con la mirada, para cuando toca el suelo te has ido, veo esfumarse tu estela por el rabillo del ojo, la cocina se pone fresca. En el salón tu cuerpo perfecto calienta el sofá que te ama tanto como yo, me miras con una cara que no ha pisado el tiempo, no como la mía.
 -¿Que? hoy es viernes, los viernes toca película.
 Ahora mismo me gustaría ser el mando a distancia que lame con ojos de niñita suplicante.

 Te fuiste de mi lado porque yo te amaba, te marchaste porque te quería tanto que alenté que crecieras, para que fueses un ser libre, capaz en el mundo, para que tuvieras tu propia voz y lo conseguiste. Con toda la seguridad de una heroína con armadura, saliste a devorarlo todo, tu belleza refulgia de tal manera cuando te largaste, que si te hubieses tirado por la ventana, los humanos de abajo al verte caer, se interpondrían y morirían para que tu pudieses brillar y cegarlos a todos.

  Fui bondadoso, generoso, justo, un héroe entre machos, un hombre. Y tu te bebiste mi zumo, te pague las pizzas y hasta done un riñón a tu mejor amiga, esa a la que ahora ni hablas porque discrepáis en el rimel.

 -De acuerdo, ¿puedo mirarte las tetas mientras vemos la película?

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