domingo, 28 de julio de 2013

trayadas - UNA CASA MUY GRANDE

Acabo de soñar que he matado a mi abuela materna, como en la vida real, la casa en mi mente era enorme, estaba en silencio, pero afuera el mundo atronaba, recorría las habitaciones por primera vez como si las hubiese edificado yo mismo,  como si esa fuese mi casa, sin reconocer uno solo de los objetos pero sintiendo sus moléculas parte de mis recuerdos, no puedo decirte como, ahora esta en el suelo y la cabeza esta separada del tronco, entonces sigo correteando, porque soy un niño ¿sabes?

  Después de un rato, la voz del hombre que surge cuando mas orgulloso estoy de mi, sugiere que acabe el trabajo, y es verdad, porque en la neblina del almacén, donde encerramos aquello que no queremos arreglar por ahora, donde las alarmas son melodías lentas y tenues que podemos ignorar con una sonrisa que los demás no pueden ver, dejar ahí, porque no queremos enfrentarnos, aun no somos el guerrero capaz, nos decimos, una mierda, es pura cobardía disfrazada y lo sabemos, y además da igual, esa habitación posee un sistema de seguridad alucinante que te permite llenarla para que tires si lo necesitas, para que sobrevivas y ya solucionarás las cosas mas adelante, pero no creas que puedes engañarla, no se olvidara de nada y desde el mismo instante de depositar el desafío y cerrar la puerta, comienza la cuenta atrás en forma de pinchazo en el motor del cuerpo, cuanto mas tiempo le des, mas te dolerá el pecho, cuanta mas fuerza uses en mantenerlo ahí, menos reconoceras tu cara en el reflejo, un día te asustaras en tu baño, con la luz encendida, correrás a encenderla y veras que ya lo hiciste cuando entraste, incluso te parara el motor, hasta ese poder tiene, porque la supervivencia esta sobrevalorada, vale para un rato, después te convierte en una bestia informe que no eres, y si te crees mas fuerte estas equivocado.

 ¿Has intentado doblegar el agua? porque eso es lo que eres, olvidate, no funciona, se escapara o se pudrirá, no cierres la botellas de agua cuando las termines, no le hagas eso, tira el tapón por otro lado. Así que vuelvo, y me acerco al cadáver que se que aun vive, esta envuelto en una sabana que no recuerdo haber utilizado, que ordenadito, como adulto se lo que va a pasar, pero las sensaciones que recibo son las del crío perdido en el laberinto de la casa grande, vacía, atestada de recuerdos y combates desarmado que no sabia enfrentar y donde solo recibí golpes y algunos cortes, aun viajo con la metralla de las palabras de los gigantes que se arrastran.

  Con torpeza retiro los pliegues y el bulto se mueve, antes de llegar al ultimo, la cabeza gime, cuando la veo, me habla con voz de mi compañera, ¿porque no terminas?, ¿porque no cumples las promesas?, angustiado y tembloroso, el hombre que soy me veo a mi mismo niño, levantandome y sintiendo enrabiado el peso de una mesa camilla que tengo en la cocina y bajarla hasta golpear, no siendo suficiente, aun me habla, aun le duele, sigo con cuidado y ya no me detengo, el furor a desaparecido, ahora solo quiero ser preciso y hacer bien el trabajo, es una cuestión de responsabilidad.

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