martes, 23 de julio de 2013

trayadas - RACIONAL


Después de sentir el deseo de lo que sea, mi cabeza toma el mando y me hace preguntar cuando, que necesito, como hacerlo, y para entonces el pájaro de brillantes colores se ha marchado, por supuesto que lo busco, pero como soy torpe, un ser incompleto que no ve lo que le rodea y que aparta lo que le roza, molesto, cuando resultan caricias, regalos que abren puertas, esas que tengo cerradas y que dan a las habitaciones del mundo, que también son mías, y que puedo abrir pero no se como, porque pienso, en vez de asir valiente la manija y prodigar fuerza hasta meter un pie.

  Porque la vida es movimiento, alante y sin miedo, y retroceder cuando das error y caes, y duele, y sigues, con valor. He buscado el pájaro en el cielo, pensando como no iniciado, que por ser un ave, debía estar ahí, entre las nubes, y todo lo que he conseguido es cegarme, una vez mas, pues en el horizonte solo esta el sol para recordarme que si busco la verdad ese no es el sitio, intuyo, mas bien recuerdo, gracias a la mujer que me habla con paciencia, sabiendome un niño torpe, aunque bien intencionado, que al pájaro hay que buscarlo dentro, que vive en la matriz, donde se nutren todos los sintientes de espada blanca teñida de rojo negro.

  Me siento virgen de mi mismo, siento mi alma sin extrenar, dentro de una caja que envejece a ojos vista, temeroso de salir, temeroso de romperme, inmortal y muerto, ahogado en mis miedos, arropado por los fantasmas que me esclavizaron cuando nací, comiendo la ponzoña de sus palabras torcidas, mi sangre pobre viaja lenta en las venas del engaño. Creo que el pájaro que veo es el reflejo de mi alma, que me habla cuando estoy demasiado cansado para representar este teatro para el mundo.

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